Las pruebas de Elisa con reactivos para el coronavirus pueden procesarse en casi cualquier laboratorio clínico del sistema público, señala el gerente general de la empresa Sistemas Analíticos.

El Gobierno peruano aplica a la población dos tipos de pruebas de diagnóstico de coronavirus: las moleculares y las rápidas, que en conjunto han llegado a sumar unas 12,000 por día. Sin embargo, esta cifra podría incrementarse significativamente si dichas pruebas se complementaran con pruebas de laboratorio realizadas bajo las técnicas de Elisa, comúnmente utilizada para diagnosticar VIH; o quimioluminiscencia, sostiene el gerente general de la compañía Sistemas Analíticos, Víctor Alfaro. En teoría, las pruebas moleculares, que se obtienen en forma de kit de diagnóstico, son las más eficaces, porque detectan el material genético del virus desde su fase inicial. La muestra se toma por hisopado nasofaríngeo o nasal y se tiene que procesar en laboratorios especializados que, en el mejor de los casos, tardan aproximadamente un día. En tanto, las pruebas rápidas buscan detectar la presencia de anticuerpos formados a partir de la presencia del coronavirus en el organismo, que toman mayor valor a partir del sétimo día de contagio, por lo que, en el periodo previo (de ventana), podrían arrojar falsos negativos. Las pruebas de Elisa permiten la detección sensible y específica de los anticuerpos formados contra el nuevo coronavirus y pueden ser procesadas de manera automatizada y semiautomatizada, indica Alfaro.